miércoles, 5 de junio de 2013

Paciencia en las pruebas (Carta de Santiago 1)

Pongan por obra lo que dice la palabra y no se conformen solo con oírla, pues se engañan a si mismos. El que escucha la palabra y no la practica es como aquel hombre que se miraba al espejo, pero apenas se miraba, se iba y se olvidaba como era. Todo lo contrario el que fija su atención en la ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como oyente olvidadizo, sino como activo cumplidor; éste será dichoso al practicarla.
Si alguno se cree muy religioso, pero no refrena su lengua, se engaña a si mismo y su religión no vale. La religión verdadera y perfecta ante DIOS, nuestro PADRE, consiste en esto: ayudar la los huérfanos, y a las viudas en sus necesidades y no contaminarse con la corrupción de este mundo.


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