martes, 16 de enero de 2018

Evangelio     Mc 2, 23-28

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le dijeron: “¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?”. Él les respondió: “¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?”. Y agregó: “El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado”.
Palabra del Señor.

Comentario


La discusión sobre el cumplimiento del sábado (un día de descanso para los judíos) ponía en juego la condición religiosa de Jesús en cuanto al cumplimiento de la Ley. Ahora bien, ¿de qué manera Jesús defiende su actitud liberal frente a este descanso? Diciendo: “El hijo del hombre es Señor del sábado”. Para la tradición judía, el hijo del hombre era el enviado de Dios para reinar sobre Israel y todo el mundo. Y bien, ¿quién es el hijo del hombre? ¡Jesús mismo! Resumiendo, Jesús les está diciendo a sus detractores: “Yo soy el hijo del hombre que viene a reinar sobre el mundo”. El problema ya no es, entonces, sobre la libertad de cumplir o no la Ley, sino de quién está frente a ellos.

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