martes, 7 de julio de 2020


Mateo 9; 32 – 38
En aquel tiempo, presentaron a JJESÚS un endemoniado mudo. Echó al demonio, y el mudo habló. La gente decía admirada: Nunca se ha visto en Israel cosa igual. En cambio los fariseos decían: este echa a los demonios con el poder del jefe de los demonios. JESÚS recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, enseñando el evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las personas, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo JESÚS a sus Discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos, rueguen al dueño de la cosecha que envíe mas trabajadores”.
Palabra del Señor


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