sábado, 5 de diciembre de 2020


 

Mateo 9;35 / 10; 1 – 6 – 8

JESÚS recorría todas las ciudades y pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban exhaustas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus Discípulos: “la cosecha es abundante y pocos los trabajadores. Rueguen, al dueño de la mies para que envíe trabajadores a sus campos”. Después, llamando a sus doce Discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias. Les dijo: “Vayan a buscar las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de lo Cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder, pues, ejérzanlo gratuitamente”.

PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.

 

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