martes, 1 de mayo de 2012


Mateo 5
Sal y luz de la tierra
 “Ustedes son la luz para el mundo. No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro. No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto, sino para ponerla en un caldero a fin de que alumbre a todos los de la casa. Así, pues, debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al PADRE de ustedes que esta en los cielos.”

Solo los que andan en malos pasos, no quieren ser vistos; los que quieren la oscuridad porque se sienten cómodos en ella, andar en las tinieblas, ocultan en ella las maldades que hacen. La mentira, el engaño, la infidelidad, el egoísmo son la oscuridad del mundo de hoy.



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