sábado, 20 de julio de 2013

¡Bendito sea DIOS, del que viene todo consuelo!

¡Bendito sea DIOS, del que viene todo consuelo!


Pues en la misma medida en que los sufrimientos de CRISTO caen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de CRISTO también nos llega con mayor abundancia. Estas pruebas nuestras son para consuelo y salvación de ustedes, y de igual modo nuestro consuelo será consuelo para ustedes cuando tengan que soportar los mismos sufrimientos que ahora padecemos nosotros. Si ustedes comparten nuestros sufrimientos, también compartirán nuestro consuelo; se lo decimos y lo esperamos con mucha firmeza.


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