martes, 25 de febrero de 2014

JESUS anuncia otra vez su pasión (Marcos 9, 30 – 39)

Se marcharon de allí y se desplazaron por Galilea. JESUS quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus Discípulos. Y les decía: “El hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo harán morir, pero tres días después de su muerte resucitará.” De todos modos los discípulos no entendían lo que les hablaba, y tenían miedo preguntarle que quería decir.
Si alguno quiere ser el primero:
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, JESUS les pregunto: “¿De que venían discutiendo por el camino?” Ellos se quedaron callados, pues habían discutido entre si quien era el mas importante de todos.
Entonces se sentó, llamo a los doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que se haga el ultimo y el servidor de todos.” Después, tomo a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que recibe a un niño como este en Mi nombre, me recibe a Mi; y el que me recibe, no me recibe a Mi, sino al que me ha enviado”
Juan le dijo: Maestro, hemos visto a uno que hacía uso de Tu nombre para expulsar Demonios, y hemos tratado de impedírselo porque no anda con nosotros. JESUS le contesto: “No se lo prohíban, ya que nadie puede hacer un milagro en Mi nombre y luego hablar mal de Mi.”

Comentario

Jesús y sus discípulos van por el camino que los lleva a Jerusalén, a la cruz y la resurrección. Pero los discípulos no saben nada de este camino. Mientras Jesús habla de su servicio de amor por toda la humanidad, ellos siguen pegados a los criterios de este mundo, disputándose los cargos. Así es nuestra ceguera cuando no comprendemos los caminos del Reino, cuando no nos damos cuenta de que seguir a Jesús significa renunciar a cualquier tipo de privilegio.


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