sábado, 15 de marzo de 2014

Amar a los enemigos (Mateo 5,  43 - 48)

“Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tú prójimo y no harás amistad con tu enemigo. Pero YO les dio: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su PADRE que esta en los Cielos. Porque El hace brillar el sol sobre malos y buenos, envía la lluvia sobre justos y pecadores.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿Qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan solo a sus amigos, ¿Qué tiene de especial? También los paganos se comportan así. Por su parte, sean ustedes perfectos como lo es el PADRE de ustedes que esta en el cielo”

Comentario

“‘Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el Cielo’. La referencia a Dios es inequívoca. Si tenemos esto claro, evitaremos el error de pensar que nosotros, los seres humanos, con nuestra propia fuerza, podemos crear un estado de paz, tranquilidad y bienestar. Pero hemos sido llamados por Dios para seguir su ejemplo y, confiando en él, arriesgarnos a hacer lo que aparece como humanamente imposible. Jesús lo realiza en la superación de todos los límites” (Rudolf Schnackenburg, Todo es posible para el que cree, Ed. Paulinas).


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