jueves, 13 de marzo de 2014

Hijos del Reino (Mateo 7, 7 - 12)

“Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama. ¿Acaso alguno de ustedes dará a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿o le dará una culebra cuando le pide un pescado? Pues si ustedes, son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡con cuanta mayor razón el PADRE de ustedes, que esta en el Cielo, dará cosas buenas a los que se las pidan!
Todo los que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos; ahí esta toda la ley y los Profetas.“

Comentario

“La exhortación a orar confiadamente suena contradictoria, cuando, a pesar de la afirmación de que el Padre ya conoce todo lo que necesitamos, Jesús llama insistentemente a sus discípulos a orar. Pero Dios quiere que le pidamos también las cosas terrenales, como lo ilustran los ejemplos del pan y el pez, y lo confirma la petición del pan en el Padre Nuestro. En la confrontación con la paternidad humana, se destaca el ‘amor paternal’ (podríamos agregar ‘el amor maternal’) de Dios que supera todas las cosas” (Rudolf Schnackenburg, Todo es posible para el que cree, Ed. Paulinas).

 

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