miércoles, 11 de febrero de 2015

Marcos 7; 14-23

JESUS volvió a llamar a la gente y empezó a decirles: “Escúchenme todos y traten de entender. Ninguna cosa que de fuera entra en la persona puede hacerla impura; lo que hace impura a una persona es lo que sale de ella. El que tenga oídos que escuche.”
Cuando JESUS se aparto de la gente y entro en casa, sus Discípulos le preguntaron sobre lo que había dicho. El les respondió: “¿también ustedes están cerrados? ¿No comprenden de que nada de lo  que entra de fuera en una persona puede hacerla impura? Pues no entra en el corazón, sino que va al estómago primero y después al basural.”
Así JESUS declaraba que todos los alimentos son puros.
Y luego continuó: “Lo que hace impuro a la persona es lo que ha salido de su propio corazón. Los pensamientos malos salen de dentro, del corazón; de ahí proceden la inmoralidad sexual, robos, asesinatos, infidelidad matrimonial, codicia, maldad, vida viciosa, envidia, injuria, orgullo y falta de sentido moral. Todas estas maldades salen de dentro y hacen impura a la persona.”
Palabra del Señor.

Comentario

¡Qué lindo que Jesús congregue a la gente y diga “Escuchen, entiendan”! Es la misma Palabra de Dios la que nos congrega, nos enseña, nos llama a escucharlo. Como su comunidad, lo rodeamos y oímos, dejando que su voz llene nuestra alma.


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