miércoles, 4 de febrero de 2015

¿No es este el carpintero? (Marcos 6; 1 - 6)

Al irse JESUS de allí, volvió a su tierra, y sus Discípulos se fueron con EL. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en las sinagogas y mucha gente lo escuchaba con estupor. Se preguntaban: ¿De donde le viene todo esto? ¿Y que pensar de la sabiduría que ha recibido con estos milagros que salen de sus manos? Pero no es mas que el carpintero, el Hijo de María; es un hermano de Santiago, de Joset, de Judas y Simón. ¿y sus hermanos no están aquí entre nosotros? Se escandalizaban y no lo reconocían.
JESUS les dijo: “Si hay un lugar donde el profeta ha sido despreciado, es en su tierra, entre sus parientes y en su propia familia” Y no pudo hacer allí ningún milagro. Tan solo sano a unos pocos enfermos imponiéndoles las manos. JESUS se admiraba como se negaron a creer.
Palabra del Señor.

Comentario

“Con Dios y ante Dios hay que dejarse sorprender, hay que dejar siempre un margen al asombro, a la admiración y al desconcierto. Sus planes no son nuestros planes y sus caminos no son los nuestros. Incluso haciendo las cosas lo mejor que podemos, Dios nos sorprende siempre. Y nuestra mejor respuesta es fiarnos más que nunca de ese Dios sorpresivo y confiar en él” (Fray Hermelindo Fernández Rodríguez en http://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/03-02-2010).

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