martes, 17 de octubre de 2017

Evangelio     Lc 11, 37-41

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un fariseo invitó a Jesús a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer. Pero el Señor le dijo: “¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro”.
Palabra del Señor.

Comentario


La obsesión por las formas externas puede servir para ocultar que en el interior hay algo que está fallando. Como a aquellos fariseos, nos puede ocurrir que, al ser excesivamente puntillosos en lo de afuera, estemos olvidando el cuidado de lo de adentro. No son felices los puros en la apariencia, sino los puros de corazón.

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