sábado, 7 de julio de 2018

Evangelio     Mt 9, 14-17


+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercaron los discípulos de Juan Bautista y le dijeron: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?”. Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!”.
Palabra del Señor.

Comentario


Para Jesús, el ayuno que practicaban sus contemporáneos era una tradición que pertenecía al ámbito de “lo viejo” y que no encajaba en la novedad del Reino. Cuando las prácticas piadosas son un parche, siempre hay tensión en el entorno, como entre un paño viejo y uno nuevo. El Reino de Dios no se sostiene con parches, sino que requiere conversión total del corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario