sábado, 8 de septiembre de 2018

 Miq 5, 1-4a


Lectura de la profecía de Miqueas.
Así habla el Señor: Y tú, Belén de Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que debe gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial. Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. Él se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la tierra. ¡Y él mismo será la paz!
Palabra de Dios.

Comentario


Del clan más pequeño, saldrá el más grande. En la oscuridad, se hará la luz. Los dispersos tendrán un pastor. Estas son las promesas en las cuales confiaban los pobres de Yavé. María, una muchachita de una aldea pequeña perdida en las colinas de Galilea, encarna esta esperanza de los pobres.

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