jueves, 13 de septiembre de 2018

Evangelio     Lc 6, 27-36


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo. Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos. Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso”.
Palabra del Señor.

Comentario


El Evangelio no es un manual de urbanidad. Tenemos que ir más allá de lo políticamente correcto o de los buenos modos. Tenemos que llegar hasta lo que humanamente parece imposible: amar al enemigo. Sólo el amor del Padre puede provocar en nosotros semejante amor. Sólo porque nos experimentamos como hijos muy amados, podemos pedir al Padre que extienda su amoroso poder sobre todos, aun sobre los que no nos aman.

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