viernes, 2 de agosto de 2019

Evangelio      Mt 13, 54-58


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. “¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?”. Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: “Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia”. Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús era demasiado cercano como para que pudieran apreciarlo. Dios se hizo demasiado cotidiano y conocido como para poder tomarlo en serio. A nosotros también nos puede ocurrir como a los vecinos de Jesús. Mientras esperamos en vano que despliegue señales portentosas, Dios nos está mandando su mensaje día tras día en nuestro propio ambiente.

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