viernes, 26 de junio de 2020


Mateo 8;  1 – 4
En aquel tiempo, al bajar JESÚS del monte, lo siguió mucha gente. En esto se le acercó un leproso, se arrodillo y le dijo: SEÑOR, si quieres puedes limpiarme. Extendió la mano y lo toco, diciendo: “Quiero, queda limpio”. Y en seguida quedó limpio de su lepra. JESÚS le dijo: “No se lo digas a nadie, pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mando Moisés”.
Palabra del Señor

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