jueves, 26 de noviembre de 2020


 

Lucas 21; 20 – 28

JESÚS dijo a sus Discípulos: “Cuando vena a Jerusalén sitiada por un ejercito, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes, los que estén en la ciudad, que se alejen de ella, los que estén en el campo, no vuelvan a la ciudad, porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que esta escrito. Pobres de las que estén embarazadas, y de las que estén criando en esos días, porque vendrá una gran calamidad en el país  y el castigo de DIOS se descargara sobre este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que DIOS ha señalado.

Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y las estrellas. En la tierra las naciones se llenaran de angustia y miedo por el estruendo de las olas del mar, la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearan, entonces verán venir al hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación”.

ALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.

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