Juan 19; 25 – 34

Junto a la cruz de JESÚS estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que mas amaba, le dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”; luego miro al discípulo y le dijo: “Ahí tienes a tu madre”. Luego de eso el discípulo, la llevo a su casa. JESÚS sabiendo todo había llegado a su término, para que se cumpliera la escritura dijo: “Tengo sed”. Había allí un jarro lleno de vinagre, los soldados, tomaron una esponja la embebieron con vinagre, la pusieron en la punta de una lanza y le dieron de beber. JESÚS probo el vinagre y dijo: “Todo esta cumplido”, e inclino la cabeza y entrego el espíritu.

Los Judíos fueron a pedir la Pilatos, que los sacra de la cruz, y  si era necesario le rompan las piernas, ya que no debían haber ningún ajusticiado en el sábado. Que era muy solemne. Los soldados fueron y le quebraron las piernas a los dos que estaban con JESÚS, pero al verlo que ya había muerto, no le quebraron un solo hueso, solo para verificar lo atravesaron con una lanza el costado y broto agua y sangre.

Palabra de DIOS, gloria a ti SEÑOR JESÚS.