miércoles, 28 de diciembre de 2011

Sirácides 13
Gozar la vida sin avaricia ni cordicia
El corazón del hombre se refleja en su rostro, sea para bien o para mal.
Feliz el hombre que no pecó en sus palabras ni esta atormentado por el remordimiento de sus faltas.
Feliz a quien su conciencia no condena y que no decayó su esperanza.
Al avaro no le sienta bien la riqueza, tampoco los biene al envidioso. El que atesora a costa de privaciones, atesora para los demás otros gozarán sus bienes.
El que es malo consigo mismo ¿con quien será bueno? No goza de sus riquezas.


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