lunes, 2 de julio de 2012


Proverbios 5

No sea que los otros se hagan rico con lo tuyo  y tu salario vaya a parar a casa de un desconocido.
Al fin tendrás que gemir cuando tu cuerpo y tu carne estén consumidos.
Dirás: ¿Por qué deteste la instrucción y no hice caso de las reprensiones?
¿Por qué no quise escuchar a mis maestros y seguir sus consejos?
Por poco llego al colmo de la desgracia en medio de la comunidad.
Bebe, pues, el agua de tu cisterna, lo que corre de tu propio pozo.
¿Deben derramarse fuera tus fuentes? ¿correrán por las plazas tus arroyos? Sean para ti solo y no para los de afuera.

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