sábado, 24 de enero de 2015

El pecado contra el Espíritu Santo (Marcos 3; 20 – 21)

Vuelto a casa, se junto otra vez tanta gente que no podían casi ni comer.  Al enterarse sus parientes de todo lo anterior, fueron a buscarlo para llevárselo, pues decían: Se ha vuelto loco.
Palabra del Señor.

Comentario

No es fácil reconocer cuándo alguien habla o no de parte de Dios. Se lo puede confundir con un fanático o un loco. Esto le debe haber pasado a los familiares de Jesús. Sólo después, al ver sus actitudes y su obra misericordiosa, pudieron reconocer en él a un hombre lleno de amor.
 

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