miércoles, 26 de agosto de 2015

Mateo 23; 27 – 32

“¡Ay de ustedes, Maestros de la ley y Fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes son como sepulcros bien pintados, que se ven maravillosos, pero que por dentro están llenos de huesos y toda clase de podredumbre. Ustedes también aparentan como que son personas muy correctas, pero en su interior están llenos de falsedad y de maldad.
¡Ay de ustedes, Maestros de la ley y fariseos, que son unos hipócritas!, que construyen sepulcros para los profetas y adornan monumentos de los hombres santos. También dicen: Si nosotros hubiéramos vivido en tiempos de nuestros padres, no hubiéramos consentido que mataran a los profetas. ¡Terminen, pues, de hacer lo que sus padres comenzaron!
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús no se deja engañar por las apariencias ni los ritos externos. De qué vale guardar compostura exterior o cuidar las formas, si nuestro corazón no se entrega de lleno a Dios. De qué vale rendir homenaje a los santos y a los profetas, si no estamos dispuestos a vivir como ellos.


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