viernes, 21 de julio de 2017

Evangelio     Mt 12, 1-8

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas. Al ver esto, los fariseos le dijeron: “Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado”. Pero él les respondió: “¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes? ¿Y no han leído también en la ley, que los sacerdotes, en el templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta? Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el templo. Si hubieran comprendido lo que significa ‘prefiero la misericordia al sacrificio’, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado”.
Palabra del Señor.

Comentario


“El espíritu de la ley es vivir la misericordia de Dios. Porque la misericordia es hija del amor. Y el amor es el centro, el corazón de toda la vida de un verdadero cristiano. En cambio cuando no hay misericordia, la ley se hace cadena, un molesto peso. Y Dios, Padre de misericordias se hace Juez tirano. Pero Dios es amor. Y su Hijo es la encarnación del amor” (http://es.catholic.net/op/articulos/48505/cat/331/quiero-misericordia-y-no-sacrificio.html).

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