sábado, 8 de julio de 2017

Evangelio     Mt 9, 14-17

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Se acercaron los discípulos de Juan Bautista y le dijeron: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?”. Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!”.
Palabra del Señor.

Comentario


Para Jesús, algunas prácticas religiosas no son más que un parche, un remiendo. Por eso, vino para hacer nuevas todas las cosas. Cuando las prácticas, por muy piadosas que sean –como el ayuno– se vuelven viejas y anquilosadas, ya no pueden reflejar la alegría del reino de Dios presente en Jesús. Él es el novio que nos invita a la fiesta del Reino, que transforma la vida.

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