lunes, 31 de julio de 2017

Evangelio     Mt 13, 31-35

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús propuso a la gente esta parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas”. Después les dijo esta otra parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa”. Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin ellas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: “Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo”.
Palabra del Señor.

Comentario


Miremos esa actitud pequeña, ese gesto imperceptible, ese momento fugaz de bondad y ternura. Contemplemos ese destello que, como un relámpago, por momentos ciega a la misma oscuridad. Eso, tan chiquito, es capaz de cambiar radicalmente el sentido del mundo. Así es la semilla de mostaza, así es nuestro amor, así son nuestros gestos de sacrificios, así son nuestros momentos de alegría y esperanza.

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