miércoles, 18 de septiembre de 2019

Evangelio      Lc 7, 31-35


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Dijo el Señor: ¿Con quién puedo comparar a los hombres de esta genera­ción? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se dicen entre ellos: ¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron! Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen: “¡Tiene un demonio!”. Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “¡Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores!”. Pero la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos sus hijos.
Palabra del Señor.

Comentario


Juan Bautista fue un profeta ascético y exigente. Su predicación fue coherente con su estilo de vida. Jesús presentó el mensaje del Reino de otra manera, compartiendo las mesas y las fiestas con todos los que lo invitaban. Quienes estaban cerrados a la Buena Noticia, rechazaron tanto la rigurosidad de Juan Bautista como la gozosa misericordia ofrecida por Jesús.

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