martes, 8 de octubre de 2019

Evangelio      Lc 10, 38-42


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sen­tada a los pies del Señor escuchaba su Palabra. Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude”. Pero el Señor le respondió: “Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, una sola cosa es necesa­ria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada”.
Palabra del Señor.

Comentario


Jesús transforma los roles tradicionales. Si Marta está haciendo lo que aprendió desde pequeña –ocuparse de muchas tareas hogareñas–, Jesús quiere señalarle que hay otro lugar posible para ella y que, como su hermana María, puede elegir. Así, en el seguimiento de Jesús, no existe un único modelo para ser discípulos y discípulas, sino una variedad de funciones y actividades, y el recuerdo permanente de “la mejor parte”: vivir unidos a Jesús.

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