martes, 15 de octubre de 2019

Evangelio      Lc 11, 37-41


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un fariseo invitó a Jesús a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer. Pero el Señor le dijo: “¡Así son ustedes, los fariseos! Purifi­can por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro”.
Palabra del Señor.

Comentario


En la legislación defendida por los fariseos, se consideraba puro a todo aquello que reunía las condiciones para el culto a Dios, todo lo apto y digno de participación en el servicio divino. Jesús, por su parte, enseña que todo será puro cuando la vida sea entregada generosamente, así todo acto y toda cosa quedarán consagrados, lo cual supera las fórmulas y los ritualismos.

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