lunes, 21 de octubre de 2019

Evangelio      Lc 12, 13-21


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Uno de la multitud dijo a Jesús: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. Jesús le respondió: “Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?”. Después les dijo: “Cuídense de toda ava­ricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hom­bre no está asegurada por sus riquezas”. Les dijo entonces una parábola: “Había un hombre rico, cu­yas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: ‘¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha’. Después pensó: ‘Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para mu­chos años; descansa, come, bebe y date buena vida’. Pero Dios le dijo: ‘Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?’. Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios”.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús no elude la posibilidad de mediar entre los hermanos para hacer justicia, pero sabe que el pedido del hombre está motivado por la ambición. Es muy importante que nos internemos en nuestros sentimientos para ver qué nos motiva en nuestros actos y aspiraciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario