lunes, 4 de mayo de 2020


Juan 10; 11 – 18
“YO soy el buen pastor, el buen pastor da vida a sus ovejas. No así el asalariado, que no es el pastor ni las ovejas son suyas. Cuando ve venir al lobo, huye abandonando a las ovejas, y el lobo las agarra y las dispersa. A él solo le interesa su salario y no le importan las ovejas.
YO soy el buen pastor conozco a los mío y los míos me conocen a mi, lo mismo que el PADRE me conoce a mi YO lo  conozco al PADRE. Y YO doy mi vida `por las ovejas.
Tengo otras ovejas que no son de este corral. A esas también las llevaré, escucharán mi voz, y harán un solo rebaño con un solo pastor.
El PADRE me ama porque YO doy mi vida para retomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que YO mismo la entrego. En mis manos esta en entregarla y recobrarla; este es el mandato que recibí de mi PADRE”.
Palabra del Señor.

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