domingo, 17 de agosto de 2014

JESUS sana a la hija de una pagana (Mateo 15; 21 - 28)

JESUS marcho de allí y se fue en dirección de las tierras de Tiró y Sidón. Una mujer Cananea, que llegaba de ese territorio, empezó a gritar: ¡SEÑOR, hijo de David, ten compasión de mi! Mi hija esta atormentada por un demonio. Pero JESUS no le contesto ni una palabra. Entonces sus Discípulos se acercaron y le dijeron: Atiéndela, mira como gritas detrás de nosotros.
JESUS contesto: “No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de Israel”
Pero la mujer se acerco a JESUS y puesta de rodillas, le decía: ¡SEÑOIR, ayúdame! JESUS le dijo: “No se debe echar a los perros el pan de los hijos” La mujer le contesto: Es verdad SEÑOR, pero los perros también comen las migas que caen de las mesas de sus amos. Entonces JESUS le dijo: “Mujer, ¡que grande es tu fe! Que se cumpla tu deseo” Y en aquel momento quedó sana su hija.
Comentario: ¿Hasta dónde puede llegar nuestra fe?, ¿Cuánta paciencia tiene nuestra fe?, ¿Qué grado de compromiso tenemos con el SEÑOR?, ¿A quien acudimos por ayuda, cuando nos sentimos agobiados? Hay uno solo que tienes todas las respuestas, y también hay intermediarios, pero hay uno solo que sabe y tiene todas las respuestas.

 



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