jueves, 27 de noviembre de 2014

Lucas 21; 20 – 28

“Cuando vean a Jerusalén rodeada por ejércitos, sepan que muy pronto será desbastada. Los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén dentro de la cuidad, que salgan y se alejen; los que estén en los campos, que no se vuelvan a la ciudad. Porque estos serán los días en que se rendirán cuentas, y se cumplirán todas las cosas que fueron anunciadas en las escrituras.
¡Pobres de las mujeres embarazadas o que estén criando en esas días!, porque una gran calamidad sobrevendrá al país y estallará sobre este pueblo la cólera de DIOS. Morirán al filo de la espada, serán llevados prisioneros a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por las naciones hasta que se cumplan los tiempos de las naciones.
Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido. La gente se morirá de espanto de solo pensar en lo que va a caer sobre la humanidad, porque las fuerzas del universo serán sacudidas. Y en ese preciso momento verán al Hijo del Hombre venir en la nube, con gran poder e infinita Gloria.
Cuando se presenten los primeros signos, enderécense y levanten a cabeza, porque esta cerca su liberación.”
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús adelanta el final de la ciudad santa: el poder opresor romano caerá sobre ella y nada puede hacerse ya. Pero esto no será definitivo. Luego de la devastación vendrá la liberación. Solo hay que esperar el tiempo de Dios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario