sábado, 3 de octubre de 2015

Lucas 10, 17 – 24

Los setenta y dos Discípulos volvieron muy contentos, diciendo: SEÑOR, hasta los demonios nos obedecen al invocar tu nombre. JESUS les dijo: “YO veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren que les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y poder sobre todas cosa enemiga; no habrá arma que les haga daño a ustedes. Sin embargo, no porque los espíritus se someten a ustedes, sino mas bien porque sus nombres están escritos en los cielos.”
En ese momento JESUS se lleno del gozo del Espíritu Santo y dijo: “YO te bendigo, PADRE, SEÑOR del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los mas pequeños. Si, PADRE, pues tal ha sido tu voluntad. MI PADRE ha puesto todas las cosas en mis manos, nadie sabe quien es el Hijo, sino el PADRE, nadie sabe quien es el PADRE sino el Hijo y a aquel a quien el Hijo quiera dárselo a conocer.”
Después, volviendo hacia sus Discípulos JESUS les dijo a ellos solos: “¡Felices los ojos que ven los que ustedes ven! Porque YO les digo que muchos profetas y reyes, quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.”
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús alaba al Padre porque lo que está ocurriendo solo se puede comprender desde la fe y la humildad. Dios está triunfando sobre el mal, y esa es la Buena Noticia.


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