viernes, 6 de noviembre de 2015

Lucas 16; 1 – 8

JESUS dijo también a sus Discípulos: “Había un hombre rico que tenía un administrador, y le vinieron a decir que estaba mal gastando sus bienes. Lo mando a llamar y le dijo: ¿Qué oigo decir de tí? Dame cuentas de tu administración, porque ya no continuarás en ese cargo.
El administrador se dijo: ¿Que voy a hacer ahora que mi patrón me despide de mi empleo? Para trabajar la tierra no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza. Ya se lo que voy a hacer para que, cuando me quiten el cargo, tenga gente que me reciba en su casa.
Llamó uno a uno a los que tenían deuda con su patrón, y dijo al primero: ¿cuánto debes a mi patrón? Le contesto, cien barriles de aceite. Le dijo el administrador, toma tu recibo, siéntate y escribe cincuenta. Después dijo a otro: Y tú, ¿Cuánto le debes? Contestó: cuatrocientos quintales de trigo. Entonces le dijo: Toma tu recibo y escribe trescientos.
El patrón admiró la manera tan inteligente de actuar de ese administrador que lo estafaba. Pues es cierto que los ciudadanos de este mundo sacan mas provecho de sus relaciones sociales que los hijos de la luz.
Palabra del Señor.

Comentario


“Jesús alaba la sagacidad y la astucia de un hombre ante una situación delicada e importante. Obra injustamente, pero hay que reconocer que ha actuado con diligencia y ha sabido salir del apuro en que se encontraba. Los hijos de este mundo actúan así para asegurarse el mañana y vivir mejor. Jesús pide a los suyos que imiten esta sagacidad, esta creatividad, no para asegurarse el futuro material, sino para trabajar por algo mucho más importante: el Reino” (comentario de la Biblia de la Conf. Episcopal Española).
 

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