sábado, 9 de septiembre de 2017

Evangelio      Lc 6,1-5

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus dis­cípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían. Algunos fariseos les dijeron: “¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?”. Jesús les respondió: “¿Ni siquiera han leído lo que hizo Da­vid cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus com­pañeros?”. Después les dijo: “El Hijo del hombre es dueño del sábado”.
Palabra del Señor.

Comentario


La autoridad de Jesús no sólo se expresa expulsando demonios, sino que también confiere la libertad necesaria para desprenderse de mandatos e imposiciones que no dan vida. Procurar el alimento, una necesidad básica, está antes que cualquier otra ley. Quienes están con Jesús, pueden obrar con esta determinación en medio de las críticas legalistas.

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