lunes, 11 de septiembre de 2017

Evangelio     Lc 6, 6-11

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si sanaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusar­lo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: “Levántate y quédate de pie delante de todos”. Él se levantó y permaneció de pie. Luego les dijo: “Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?”. Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: “Extiende tu mano”. Él la extendió y su mano quedó sana. Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús.
Palabra del Señor.

Comentario


En muchas sociedades, los discapacitados quedan al margen, excluidos de participar en varias actividades sociales. Jesús entra en esta asamblea y hace que el hombre de la mano paralizada se ubique en el medio. Así lo saca del lugar marginal para que todos lo vean y para sacarlos a ellos mismos de la parálisis y la ceguera que les impide ver al Ungido.

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