lunes, 30 de enero de 2012

Marcos 1
Curación de un leproso
Se le acercó un leproso que se arrodillo y suplico a JESUS: Si quieres puedes limpiarme. JESUS tuvo compasión extendió al mano, lo tocó y le dijo: “Yo, lo quiero; queda limpio” al instante se le quito la lepra y quedo sano.
Entonces JESUS lo despidió, pero le mandó enérgicamente: “No se los digas a nadie; preséntate al sacerdote y le darás por tu purificación lo que ordena la ley de Moisés. Así comprobarán lo sucedido”
Pero wel hombre, en cuanto salió, empezó a hablar y a contar detalladamente el asunto. Resulto que JESUS ya no podía entrar públicamente al pueblo; tenia que andar por las afueras, en lugares apartados.
Pero de todas partes llegaban a donde El estaba.

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