lunes, 9 de enero de 2012

Sirácides 12
Si haces el bien, mura a quien los haces y tus beneficios no se perderán. Haz el bien a un hombre bueno, él te lo agradecerá, si le mismo, el Altísimo.
 Los beneficios no son para el que preserva el mal y no quiere tener compasión.
Da al hombre bueno y no ayudes al pecador; haz el bien al humilde y no des al impío; niégale el pan, no se lo des, porque llegará a dominarte. Te pagará con redoblado mal por los bienes que le hicieras.
Pues el propio Altísimo tiene horror de los pecadores y devolver a la venganza a los impíos.
Da al hombre bueno, pero no vayas en ayuda del pecador.

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