miércoles, 9 de julio de 2014

María visita a su prima Isabel (Lucas 1: 39 – 47)

Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin mas demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a su prima Isabel. Al oír su saludo el niño dio saltos en su vientre, Isabel se lleno del Espíritu Santo y exclamó en alta vos: ¡Vendita tu eres entere las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿cómo he merecido yo que venga a mi la madre de mi SEÑOR? Apenas llegó a mis oídos tu saludo, el niño salto de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tu por haber creído que se cumplirían las promesas del SEÑOR!
María dijo entonces: Proclama mi alma la grandeza del SEÑOR, y mi espíritu se alegra en DIOS mi salvador.

Comentario

A pesar de que en este día muchos hermanos y hermanas visitan a María en Itatí, en realidad es María quien llega a ellos y a todos nosotros. Ir a la casa de María es dejar que ella entre en nosotros, es hacer que nuestro corazón sea su casa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario