viernes, 19 de junio de 2015

Mateo6; 19 – 23

“No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban. Junten tesoros y reservas en el Cielo, donde no hay polilla ni oxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar.
Pues donde esta tu tesoro, pues allí también estará tu corazón.
Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos están malos, todo tu cuerpo estará en la obscuridad. Y si tu fuente de luz se ha obscurecido, ¡cuánto mas tenebrosas serán tuis tinieblas!”
Palabra del Señor.

Comentario

Las palabras de Jesús contradicen las de una canción popular que dice: “hay que guardar, eso conviene, porque el que guarda siempre tiene”. Jesús, en cambio, nos pide confiar de tal manera en el Padre, que nuestro corazón no se apegue a nada material. El Padre, con su providencia, tiene para nosotros un tesoro infinitamente mayor.


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