sábado, 3 de septiembre de 2016

Lucas 6; 1 – 5

Un sábado que JESUS atravesaba unos sembrados, y sus Discípulos cortaban espigas, las desgranaban en las manos y comían el grano. Algunos Fariseos le dijeron: ¿Por qué hacen lo que no esta permitido hacer en día sábado? JESUS les respondió: “¿Ustedes no ha leído lo que hizo David, y con él sus hombres, un día que tuvieron hambre? Pues entro en la casa de DIOS, tomó los panes de la ofrenda, los comió, y les dio también a su hombres, a pesar de que solo estaba permitido a los sacerdotes comer de ese pan” Y JESUS añadió: “El Hijo del Hombre es Señor y tiene autoridad sobre el sábado.”
Palabra del Señor.

Comentario

Estaba escrito en la ley de Israel que los dueños de los campos debían dejar que los pobres pudieran tomar algo de su producción. Era un acto de justicia. El problema es que Jesús hace esto en un día prohibido por la Ley. Se produce un conflicto legal entonces, ¿qué hacer cuando dos leyes parecen contradecirse? Jesús nos enseña a optar por quienes tienen hambre, por quienes no pueden esperar a que llegue el día en que les corresponda comer por derecho. Y como para que nadie diga que no es un buen legislador ni está en contra de la ley, utiliza el argumento de quien “sentó precedente”: el mismo rey David. En todo sentido, y desde cualquier lado que se lo mire, la justicia debe atender siempre las necesidades de los pobres.


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