viernes, 9 de septiembre de 2016

Lucas 6; 37 – 42

“No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les darás se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y rebosante. Porque con la media que ustedes midan serán medidos.”
JESUS les puso también esta comparación: “¿Puede un ciego guiar a otro ciego? Ciertamente caerán ambos en algún hoyo. El Discípulo no esta por encima de su maestro, pero si se deja formar, se parecerá a su maestro.
¿Y porque te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo, si no eres consciente de la que viga que tienes en el tuyo?, ¿Cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja que te saque la pelusa que tienen en tu ojo, si tu no ves la viga que tienes en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo para que veas con claridad, y entonces sacaras la pelusa del ojo de tu hermano.”
Palabra del Señor.

Comentario

El error o defecto del otro no puede ser motivo de nuestra inoperancia. Es como ir diciendo por la vida “no hago tal cosa porque el otro no me lo permite o no lo hizo antes”. Cada uno es responsable de su trabajo o de su desidia.


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