viernes, 8 de marzo de 2013


Saber hablar y saber callarse

El que en seguida se confía muestra su poca reflexión, quién peca se hace daño a si mismo.
El que se deleita con el pacer será condenado, el que odia la charlatanería se libra del mal.
Nunca repitas lo que te han dicho, y nunca saldrás perdiendo.
No cuentes nada ni a tu amigo ni a tu enemigo; y, a menos que el callarlo sea un pecado, no se lo digas a nadie. Te escucharían y desconfiarían de ti y acabarían por odiarte.

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