miércoles, 20 de marzo de 2013


Sirácides 21

El camino de los pecadores esta bien pavimentado, pero termina en los abismos del infierno.
El que guarda la ley es dueño de sus pensamientos, el temor del SEÑOR lleva a la sabiduría.
No se educara el que no tiene habilidad; pero hay una habilidad que es madre de amarguras.
El conocimiento del sabio se derrama como inundación  y su consejo es como una vertiente.
El corazón del tonto es como un vaso roto que no conserva ninguna enseñanza.

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