jueves, 30 de junio de 2016

 Sal 46, 2

Todos los pueblos aplaudan y aclamen al Señor con gritos de alegría.

Mateo 9; 1 – 8

JESUS volvió a la barca, cruzo de nuevo el lago y vino a su ciudad. Allí le llevaron a un paralítico, tendido en una camilla. Al ver JESUS la fe de esos hombres, dijo al paralítico: “¡Ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados!”
Algunos maestros de la Ley pensaron: ¡Que manera de burlarse de DIOS! Pero JESUS, que conocía sus pensamientos, les dijo: “¿Por qué piensan mal? ¿Qué es mas fácil; decir quedan perdonados tus pecados o levántate y anda? Sepan, pues, que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar los pecados” Entonces dijo al paralítico: “Levántate, toma tu camilla y vete a casa.” Y el paralitico se levanto y se fue a su casa.
La gente, al ver esto, quedó muy impresionada y alabo a DIOS por haber dado tal poder a los hombres.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús se ha presentado conmovido por el dolor humano. Sabe que este oprime, impide caminar y margina. Por eso, en cada milagro de curación, expresa la misericordia de Dios, que quiere nuestro bien y nuestra alegría.

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