jueves, 11 de septiembre de 2014

El amor a los enemigos (Lucas 6; 27 - 36)

“YO les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido. Da al que pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. Porque si ustedes aman a quienes los aman, ¿Qué merito tienen? Hasta los malos aman a los que los aman. Y si hacen el bien a los que les hacen en bien ¿Qué gracia tiene? También los pecadores obran así. Y si prestan algo a los que les pueden retribuir, ¿Qué gracia tiene? También los pecadores prestan a los pecadores para que estos correspondan con algo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, que es bueno con los ingratos y los pecadores. Sean compasivos como es compasivo el PADRE de ustedes.”
Palabra del Señor.

Comentario

A estos hombres y mujeres que Jesús llama ¡Felices! les exige ahora el estilo de vida del Reino de Dios. A pesar de los desprecios que reciben, a pesar de los maltratos, nunca maldecir, nunca desear el mal. ¡Cuántas personas santas, que han sido heridas y maltratadas, son capaces de la grandeza del amor! No esperan la venganza, sólo quieren que el bien se difunda.



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