miércoles, 10 de septiembre de 2014

Lucas 6; 20 – 26

El, entonces, dirigió la mirada hacia sus Discípulos y les dijo: “Felices ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de DIOS.  Felices ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Felices ustedes los que lloran, porque reirán.
Felices ustedes si los hombres los odian, los expulsan, los insultan y los consideran unos delincuentes a causa del Hijo del Hombre. Alégrense en ese momento y llénense de gozo, porque les espera la recompensa grande en el cielo. Recuerden que de esa manera trataron también a los profetas en tiempos de sus padres.
Pero ¡pobres de ustedes, los ricos porque tienen ya consuelo!
¡Pobres de ustedes los que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre!
¡Pobre de ustedes los que ahora ríen, porque van a llorar de pena!
¡Pobres de ustedes cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma manera hablaron de los falsos profetas en tiempos de sus antepasados!”
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús miró a sus discípulos. Y vio que en esa multitud que lo seguía había muchos pobres, hambrientos y sufrientes. Su Palabra se dirige a ellos, que quedaron excluidos de los sistemas egoístas y no reciben ni las migajas de las ganancias. A esos hombres y mujeres, que sólo pueden poner su confianza en Dios, Jesús los llama ¡Felices! Ellos son los que participan, entregados y alegres, de la novedad del Reino de Dios.



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