lunes, 15 de septiembre de 2014

Juan 3: 13 – 17

“Sin embargo, nadie ha subido al cielo sino el que ha bajado del cielo, el Hijo del hombre.
Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto; así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, y así todo el que crea en El tendrá por El vida eterna.
¡Así amó DIOS al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en El no se pierda, sino que tenga vida eterna.
DIOS no envió El Hijo al mundo para condenar al mundo sino para que se salve el mundo gracias a El.”
Palabra del Señor.
Comentario
La voluntad de Dios es puro amor. Él sólo quiere compartir con nosotros su vida, la vida plena de lo alto, que es comunión amorosa de la Santísima Trinidad. Jesús, levantado, nos atrae hacia lo alto. Nos despega de lo rastrero, lo bajo y lo ruin. Nos hace levantar los ojos y el corazón. Con los pies en la tierra y la perspectiva en lo celestial, vivamos con alegría este amor de Dios.


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