sábado, 27 de septiembre de 2014

JESUS sana a un joven epiléptico (Lucas 9; 43 - 45)

Todos quedaron asombrados ante tal intervención de DIOS. Mientras todos quedaban admirados por las cosas que hacía, JESUS dijo a sus Discípulos: “Escuchen y recuerden lo que ahora les digo: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.” Pero ellos no entendieron estas palabras. Algo les impedía comprender lo que significaban, y no se atrevían a pedirle una explicación.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús no adivinó su futuro. Ni tuvo una visión de su muerte. Pudo prever este desenlace fatal porque sabía muy bien lo que estaba haciendo y diciendo. Y la grandeza de Jesús se demuestra en que no dejó de hacer ni de decir aquello que lo llevaría a la cruz. Sabía que si insistía en sus actitudes indefectiblemente lo llevarían a la cruz, y no renuncio a difundir la Palabra de DIOS.



No hay comentarios:

Publicar un comentario